La piedra Bezoar

bezoar-1   En España, muchos estudiantes están aprendiendo de forma poco significativa los contenidos que se enseñan en clase, y ésto se debe a la metodología empleada por el sistema educativo. Me consta que los docentes no disfrutan cuando están estudiando, y ésto es una verdadera lástima. La gran mayoría de los niños piensan que ir a clases es una pérdida de tiempo, donde tienen que memorizar todo lo que está escrito en los libros, para luego soltarlo en el examen. Esta manera de aprender no es ni lógica, ni sana pues se le da más importancia a la nota que ha lo aprendido. Adquirir así los conocimientos es como comerse un bocadillo de un sólo bocado, sin apenas masticar. Tal y como estamos enseñando, en mi opinión, es un acto casi criminal porque estamos “asesinando” la creatividad de esta generación de niños que en un futuro serán hombres y mujeres con falta de interés por los artístico. Y mejor no hablemos de estas nuevas leyes educativas que han dejado al país, cuanto menos con los pelos erizados. La creatividad es casi tan importante como el oxígeno, es más pienso que, vivir sin ella sería como respirar dióxido de carbono. Me cuesta imaginar una vida donde la facultad de la imaginación no esté presente en nuestras vidas, como vamos a vivir sin las historias que narran las tan apreciadas estrellas del firmamento, como hacerlo sin buscarle una forma de animal u otra cosa a una nube que pasa por delante de nosotros mientras disfrutamos de una tarde de juego en familia , o por ejemplo estar en una playa y no jugar con las piedras. No quiero ni pensar, como sería el mundo sin todas estas cosas que llenaron mi infancia de risas y alegría. Aún recuerdo mis primeras vacaciones en Tenerife con mi familia, quizás aún las tengo presente por las fotos que están en casa de mis padres, y que hacen que el recuerdo perdure tanto en mi mente como en mi corazón, por aquel entonces era una niña de apenas diez años muy curiosa, pero que muy curiosa. En esa vacaciones aprendí mucho sobre la isla vecina, y conocí además muchas personas de distintas nacionalidades. Aquel verano fue increíble, recuerdo que era capaz de comunicarme con otros niños que no eran españoles. Tener idiomas distintos no fue un impedimento para pasar un buen rato entre amigos. La creatividad fue una herramienta útil para poder comunicarme, aprender y sobre todo pasarlo bien con aquellos niños de otros países. Cuando educamos a los pequeños con estos métodos estamos logrando varias cosas, la primera de ellas es despertar la felicidad en ellos, la segunda, que aprendan de forma significativa, y la tercera es que le ofrecemos la posibilidad de tener una visión mas amplia del mundo, es decir enriquecemos su mundo interno y asimismo el externo. Las oportunidades para resolver cualquier asunto dejaran de ser para ellos limitadas y pasaran a ser infinitas ¡Pedazo de regalo! La mente del adulto, que ha estudiado en un sistema bastante mecanizado y gris, tiende a comportarse de manera pesimista, y poco resolutiva cuando tiene que solucionar cualquier problema o enfrentarse a un reto. Muchos de nosotros nos ahogamos en una gota de agua cuando ésto nos sucede. Les pongo un ejemplo, como mínimo dos personas a la semana, me envían un mensaje preguntándome, si tengo información sobre piedras para mi próximo blog, y noto en ellos una ligera desconfianza porque no entienden como es posible que viernes tras viernes, pueda escribir sobre mis queridas amigas, sin caer en la monotonía. Admito que no es fácil, pero les aseguro que me encanta hacerlo, e incluso aprendo y descubro siempre cosas nuevas. Pensar que no hay mucho de que hablar sobre ellas es precisamente lo que les comentaba antes, tenemos mentes rígidas con miedo a descubrir cosas nuevas, nos cuesta admitir que no lo sabemos todo, y que de lo que sabemos hay un porcentaje que puede ser erróneo. El mundo no es como nos lo pintan, no estamos sólo en el planeta, el ser humano es más que un cuerpo físico, la física cuántica es más necesaria de lo que podríamos imaginar, los grandes maestros sabían de la alquimia, de la piedra filosofal y de tantos otros asuntos que desconocemos como por ejemplo de la existencia de unos seres llamados Maestros Ascendidos. Y para demostrar que todavía puedo sorprenderlos con las piedras, hoy les hablaré de la piedra Bezoar. Su nombre proviene de las palabras hebreas badzahar y buluzaar que significa antídoto, y por esta razón se pensaba que estas piedras contaban con poderes de curación. Esta piedra, que es mencionada en la película de Harry Potter y en el cómic de The Sandman, de Neil Gaiman, es un cálculo de pelos y calcio que se forman en el estómago de algunos animales. La piedra en cuestión fue considerada desde la Edad Media como el mejor antídoto conocido que permaneció en uso en la terapéutica hasta el siglo XIX. Se creía que era un mineral que provenía de la India cuando en realidad se trataba de un cálculo, que se formaba en cierta zona del estómago de algunas especies de animales y más frecuentemente en cabras. Aunque para muchos un Bezoar no es más que una bola de material extraño, que se ha acumulado en el tracto digestivo y no logra pasar a través del intestino, en la antigüedad eran piedras muy consideradas. Objetos únicos y muy valiosos por su poder curativo contra todo tipo de venenos. Esta curiosa piedra era un amuleto muy escaso cuyo valor era superior al oro. Sólo reyes y gente poderosa poseían bezoares que utilizaban en copas de oro, donde se vertía la posible envenenada bebida. Así de esta forma, el invitado bebía y brindada tranquilamente. Esta tradición oriental llegó a Occidente a través de Al-Andalus y se hizo muy popular en España. Las gemas de bezoar estaban tan bien consideradas que tenían unos precios altísimos, y sólo los reyes y la alta aristocracia se podían permitir uno. De hecho, muchos nobles alquilaban los bezoares en las boticas, y tras el banquete, debían devolverlo. Su popularidad fue tan grande, que podrían compararse a la fama de los tan conocidos iphones de la marca Apple, tanto fue así que muchos intentaron hacer falsas réplicas de éstas debido a su precio,y por tratarse además, de un producto exótico y difícil de encontrar en el comercio. Por fortuna, los fraudes eran fáciles de distinguir debido a su peculiar apariencia física, y también se comprobaba su autenticidad administrándola a animales a los que se había envenenado previamente, una técnica un tanto cruel para ser sincera. Según el médico Nicolás Monardes, que ejercía en Sevilla, tan sólo el 10% de las piedras bezoares orientales que se encontraban en el comercio eran auténticas ¡Está claro que la picaresca del hombre ha estado presente en todos los siglos! Para las piedras de bezoar se creó un tipo de recipiente exclusivo: los bernegales. Los bernegales eran copas, generalmente de plata, con dos asas en forma de “G”, en cuyo fondo se colocaba el bezoar en un lugar determinado con una muesca. Estas piezas eran habituales en las vajillas de los palacios y fueron muy valoradas en las colecciones privadas de los siglos XIX y XX. Esta moda de usar bernegales con bezoares en su interior, fue desapareciendo paulatinamente a lo largo del tiempo, y al llegar la nueva dinastía de los Borbones a España, con una mentalidad ilustrada, muchos de esos bernegales fueron fundidos para usar la plata en la fabricación de otros objetos. Muchos creían en el poder de esta piedra pero Ambrosio Paré, un Frances médico del rey Carlos IX, no lo creía así, él pensaba que la piedra no anulaba en su totalidad los efectos de todos los tipos de venenos que existían, sino sólo de alguno de ellos, y para verificar lo que creía ante los demás, realizó un cruel experimento, parecido al envenenamiento en los animales del que antes hice mención. En este caso, lo probaría con un joven que servía en su casa y que había robado un plato de plata. El muchacho inocente aceptó someterse al experimento de este médico tan maléfico, a fin de evitar ser castigado por haber robado a su dueño. Y por desgracia, la muerte del muchacho probó que la teoría de Paré era cierta, demostrándose así que éste era un gran médico. Lamentablemente, todo lo que tenía de buen médico, le faltaba de amor al prójimo. En momentos como éstos es cuando las palabras de mi abuela resuenan en mis oídos: “Para que quiere la gente estudios, si después no tiene calidad de persona” ¡Qué sabia eras abuela Guillermina! Dominabas las matemáticas como si una pitagórica hubieses sido, sino como se explica el arte que tenías para llegar a fin de mes con seis hijos, también dominabas el arte de la medicina y del buen comer, el arte del buen comportamiento y de la elegancia, del amor por la lectura y el poder de superación y todo ello, sin asistir a la escuela. ¡Eras una gran filósofa! ¿Sorprendidos con esta piedra? Créanme cuando les digo, que yo no dejo de sorprenderme, al igual que ustedes, o eso espero, cuando busco información sobre piedras, para luego compartir en mi blog, y es que la vida está llena de piedras, de sorpresas y de cosas por aprender.

La improvisación es la verdadera piedra de toque del ingenio -Molière- 

La gran piedra hueca

stone2       La humanidad es como una gran montaña y cada uno de nosotros somos pequeñas piedras, que acopladas formamos un todo. Contar todas las piedras que conviven en un monte, creo que no sería una idea muy inteligente, pues en primer lugar, de hacerlo llevaría muchísimo tiempo y en segundo lugar, no serviría para nada. De la misma manera que no tendría mucho sentido, valorar una gran montaña sólo observando una piedra de todas ellas, pues estaríamos perdiendo gran parte de la esencia de ese gran pico de piedras. Cuando salimos de excursión y decidimos sacar una fotografía a una montaña, no estamos simplemente sacando una foto, estamos fotografiando un gran colectivo de piedras que dan forma y vida a un monte, cadena, cordillera, macizo, pico, cerro o risco. Es indiferente el nombre que le demos, en esencia estamos hablando de lo mismo; Unidad. En la unidad de la montaña, cada piedra es única y por tanto, diferente. De ahí, nace el gran atractivo visual. Cada una de ellas tiene una forma diferente, un color diferente, una edad diferente. Sin embargo, en sus diferencias está la clave para que la unión perfecta se de entre ellas. La naturaleza es sabia, eso nadie lo cuestiona, y por eso cada montaña es distinta, al igual que cada piedra que forma una montaña también lo es. ¡Cuántas diferencias! ¿No? Pero este fenómeno, no sólo ocurre con las piedras también sucede con el resto de seres que habitan el planeta tierra. En el caso del ser humano, ufff…esperen unos minutos, voy buscar sinónimos y otra forma de expresar lo que les quiero decir.(pasados 15 minutos)…Miren, voy hacer honesta, no hay manera humana de decirles en otras palabras que la humanidad es con diferencia a niveles de convivencia y socialización menos evolucionada que una piedra ¡Espero no ofender a nadie! Y antes de que se enfades conmigo, les explico. El planeta tierra, si me permiten el símil, es una gran montaña “redonda” donde conviven millones de personas. Esta gran cantidad de ciudadanos asimismo, se clasifican por continentes, países, municipios o estados, pueblos o ciudades, aldeas, calles hasta por fin llegar al núcleo más pequeño; las casas. Esta clasificación, no cabe duda, que marcara diferencias no sólo físicas sino también culturales y de creencias en cada uno de nosotros. Pero, la diferencia entre la piedras y el hombre, “piedras humanas” es muy notoria. Entre nosotros, nos rechazamos, desconfiamos, nos odiamos, envidiamos, e incluso nos criticamos y traicionamos. Es normal pues, que teniendo estos conceptos como padre nuestro, en nuestro día a día, la gran montaña de la humanidad se vea siempre en riesgo de desprendimiento. Se dan cuenta el porque de mis duras palabras de antes hacia el hombre. Los hombres y mujeres de hoy somos incapaces de aceptar las diferencias del otro, y por una extraña razón, estas diferencias provocan en nosotros mal estar e incomodidad. Una verdadera tontería. Yo soy de las que pienso, y creo que esto ya se los he dicho en otras ocasiones, que somos lo que comemos, pero también somos lo que pensamos. ¡Cuidado con esos pensamientos! El pensamiento es un arma peligrosa con la que podemos hacer mucho daño. Y si además, ese pensamiento lo cargamos con la crítica, les aseguro que la combinación es tan letal y peligrosa que una bomba atómica. ¡Comer y pensar sano es bueno para la salud! Me siento una estudiante de la vida que se empeña y esfuerza cada día en ser responsable con el don más grande que tenemos; la palabra. Cada mañana me despierto con la intención de pensar y decir cosas bonitas de todos las personas con las que me rodeo durante el día. Cuando digo cosas bonitas, no quiere decir que en mi mundo sólo exista el color rosa. Nada que ver con eso, me refiero a que pongo atención a toda cosa que este en sintonía con lo positivo y cuando algo no me gusta, o no veo correcto, intento buscar las palabras apropiadas y de alta vibración para solucionar aquello que pienso que está en discordancia con lo correcto, lo bello, lo sano, lo justo, lo elegante….No es fácil hacer esto, y admito que muchas veces caigo en las tentaciones de las que hablamos antes, pero no hay día que busque la manera de luchar contra estos pensamientos, costumbres, malos hábitos de pensar que lo diferente no es bueno. Es una responsabilidad de todos cambiar ésto, todos debemos ser participes de buscar la forma de saber convivir felizmente, tal y como hacen las piedras de las montañas. A fin de cuentas, todos vivimos en el mismo sitio, el planeta Tierra. No soy de dar consejos pero hoy les lanzo uno, la próxima vez que abran la boca para criticar a alguien recuerda esto; “Si una piedra empujara a otra, para sacarla de la montaña, no estaría sólo perjudicando a la piedra a la que va a sacar fuera,sino que además provocaría una avalancha de las demás piedras y de ella misma, siendo no sólo culpable sino también perjudicada” así pues, seamos responsables no sólo al volantes sino también cuando hablamos.Tenemos que ser consciente de que muchas de las cosas que creemos válidas, puede que no lo sean. Desde que nacemos nos llenan de ideas, conceptos, pensamientos, que ya vienen bordados de muchas generaciones atrás. Yo misma lucho contra ellas, a veces cuando quiero hablar con mi hijo, de forma inconsciente, le digo cosas que están en mi subconsciente grabadas desde mi infancia, al igual que en la todos ustedes. La eficacia con la que nos introducen las costumbres es tal, que uno a veces no se da cuenta de ellas, sino presta atención de forma consciente a lo que dice. Les daré un ejemplo. En verano, mi hijo Paulo, del que siempre les hablo, cosas de madres, siempre quiere jugar en el patio que tenemos delante de casa, y se niega a jugar en el que tenemos detrás. Esta situación me pone de los nervios, pues el patio trasero es, según mi opinión, más seguro. Llevo tres años luchando en cada estación soleada contra este asunto, sin éxito. Se lo había explicado de todas las formas posibles, hasta que un día cansada de tanta lucha verbal, me salió de forma espontánea una frase que no sólo dejó a Paulo de piedra sino que también me dejó a mi. “Paulo, jugar aquí es peligros porque viene el hombre del saco” ¿Se lo pueden creer? Yo, defensora de la enseñanza libre de miedos, amenazando a mi hijo con el famoso hombre del saco. El asunto no quedó aquí, dos semanas más tardes, un hombre tocaba en mi puerta, informándome que vendía sacos de papas, se podrán imaginar la cara de mi hijo, desde entonces no quiere saber nada del patio delantero, admito que ahora estoy más tranquila porque Paulo juega en el patio de atrás, pero aquello me entristeció mucho por que nunca he estado de acuerdo con una educación basada en el temor. Ese mismo día, me percaté de algo, todo lo que creemos que pasa por nuestra mente, no son creaciones nuestras, no somos dueños de todo lo que pensamos, muchas cosas las tenemos tatuadas de tal forma, que vaya usted a saber como borrar eso del subconsciente. Todos nuestros pensamientos, repito, no son nuestros, son pensamientos prefabricados. Y les diré el porque de ésto. Hace unos años, asistí a unas conferencias de una persona a la que mi marido y yo queremos muchísimos. Al comienzo de su conferencia, nuestro amigo nos invitaba a reflexionar ¿De qué está hecha la luna? tras escuchar la pregunta, mi marido y yo nos miramos y sonreímos. Su respuesta nunca la olvidaré. -De queso- Todos los asistentes comenzamos a reírnos al escuchar aquella respuesta tan original, pero de repente pensamos ¿Y por qué no? Yo jamás he estado en la luna, sólo sé de ella lo que me han contado otras personas, que tampoco han estado en la luna. ¿Y si estamos equivocados? Sobra decir, que por sentido común la luna no es de queso, y menos mal porque de serlo, tendríamos la empresa de quesos de Fuerteventura con sede en la luna. Pero, esta reflexión me sirvió para darme cuenta de que las cosas podrían ser diferentes a como nos las cuentan, o como creemos que son. Sin ir más lejos, antes de la llegada del cristianismo, se discutía la forma que podría tener el planeta tierra. Los más estudiosos advertían que ésta podría ser redonda, mientras que los de fe cristiana, se aferraban a las antiguas creencias de que el planeta tierra era plano. Aquella época fue muy dura, para todos. Por un lado, muchos de los defensores que creían que el planeta era redondo fueron asesinados a piedras, mientras que el resto tuvo que huir. Por otro lado, los que aplaudían la idea de vivir en un planeta plano, vivían con el miedo de caer en el abismo, en caso de llegar a los extremos de la Tierra. Lo curioso del asunto, es que esta polémica sigue abierta. Entonces, ¿De qué forma es realmente laTierra? Sabemos que no es plana, pero también hay expertos que afirman que tampoco es redonda. Les iba a decir, que estas personas, por suerte, no corren el riesgo de morir como los desafortunados que defendieron su teoría contra la idea de que la tierra no tuviera forma de pelota, pero el hombre a pesar de su evolución, aún es capaz de matar a otros por sus creencias y por ello, muchos de éstos han guardado silencio sobre sus descubrimiento y han decidido hablar sólo antes de morir con el objetivo de proteger sus vidas y en muchos casos las de sus familiares, ofreciendo un regalo antes de fallecer, al despertar de la humanidad y como no, la posibilidad de morir con la conciencia tranquila, como fue el caso del Almirante Byrd. Su experiencia al interior de la tierra ha sido una de las más nombrada pero también, fue censurada. Byrd contaba antes de su muerte, que en su expedición al polo norte en avión, logro divisar un gran agujero en el polo norte que lo dejó a él y a su acompañante de vuelo sorprendidos, pues ambos vieron vida en el interior del planeta. Pero la historia no quedó solo ahí, Byrd y su compañero lograron entrar en el interior y mantener una conversación con seres que vivían en el interior de la tierra. (Sí te interesa este asunto, no dejes de buscar información sobre esta increíble experiencia del almirante Byrd, te invito a que busques la verdad, no te creas la verdad de nadie, lee, piensa, dialoga, reflexiona, cuestiona…) En resumen, este señor afirmaba que la tierra era hueca y que no era para nada redonda como nos hacían creer en los libros de texto, y que el mismo gobierno se ocupaba de poner dos enormes parches en los polos, a fin de evitar polémicas entre todos nosotros. Vamos que el parche en el polo norte y en el polo sur, es lo mismo que ponernos un parche en los ojos para no ver y otro en la boca para callarnos. Mi pregunta es ¿Y por qué? Esta claro que dentro de la tierra debe haber algo que no les interesa que descubramos, porque sino, se tomarían tantas molestias. Yo siempre he pensado sobre este asunto dos cosas. Prometo ser clara. Para empezar, los que tienen el control a nivel mundial, nos entretienen mirando hacia fuera, es decir estamos todos expectantes buscando vida extraterrestre fuera de la tierra, que seguro que la hay, pero nos hacen buscar fuera cuando la tenemos más cerca de lo que imaginamos, en el interior de nuestro planeta. Y para terminar, al analizar la palabra extraterrestre caigo en la cuenta de que, los verdaderos extraterrestres somos nosotros. Analiza la palabra; extra significa fuera y terrestre tierra. como dice mi amiga del gimnasio Vicky; Hello! ¿Quiénes son los que viven en el exterior de la tierra? La respuesta es más que obvia, NOSOTROS. Cada vez que lo pienso, me dan mareos. ¿Será posible que las demás razas vivan en el interior de su planeta? ¿Seremos los únicos que vivimos fuera de ella? ¿Será ésta la razón por la que no vemos a nadie ahí fuera? Si esto fuera así, la galaxia entera tiene que estar partiendo de risa de todos nosotros, esperemos que no tengan un programa de tv llamado club de la comedia, esperemos.

«Aquel continente encantado en el cielo, tierra de perenne misterio…»
Palabras del piloto Byrd al penetrar en uno de los Polos

La piedra angular

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  Todo lo que nos rodea influye en nuestras vidas, aunque no siempre somos conscientes de ello, pues andamos poniendo la atención en otros asuntos aparentemente más importantes. Cualquier pequeño gesto “G”, pensamiento “P” o sentimiento “S” influye en nuestras vidas, y en la de los demás. Todo lo que expresamos, pensamos o sentimos son como semillas, que una vez que le damos vida, toman contacto con nosotros, para posteriormente germinar dentro de nuestros corazones. Aquello que expresas, piensas o sientes, crece dentro de ti, y se manifiesta en tu vida. El resultado de ésto, es decir lo que nacerá dentro tu corazón, ya sea una bonita flor o mala hierba, dependerá de la naturaleza de tu ser; de como has pensando, sentido o hablado. Tal y como decía el maestro Jesús “Lo que de tu boca sale, del corazón procede» Siempre he pensando que las palabras tienen sabores, y que el corazón es igual de capaz de detectarlos, como lo hace la lengua. Hay palabras con sabor dulce, como puede ser la palabra, amor. En cambio, hay otras palabras de sabor agrio como puede ser, distancia, y otras totalmente amargas, como la palabra muerte. Todas ellas, sin excepción, son necesarias en la vida, a pesar de que a veces nos cueste aceptarlo. Debemos tener presente, que no podemos tener una dieta equilibrada, tomando cosas exclusivamente dulces, pues enfermaríamos. De la misma manera, sucede con la vida, la única manera de tener una vida emocionalmente equilibrada, es con una dieta que contenga todos estos sabores que se expresan en experiencias. La vida es sabia, de eso estoy segura, y nunca se equivoca aunque a veces, no estemos de acuerdo con ella. Lo que sucede es que, la humanidad ha perdido su brújula interna y no entiende muchas veces porque las cosas suceden de una forma y no, de otra. Esta falta de comprensión provoca en todos nosotros mal estar y en muchas ocasiones, enfermedades. Esto sucede porque no entendemos la vida, cuando me refiero a la vida, lo hago en el más amplio sentido de la palabra, desde el nacimiento físico en la tierra, hasta el nacimiento del alma fuera de la tierra. Experimentamos todas estas sensaciones a lo largo de nuestras vidas con miedo, y repito, ésto sucede por falta de conocimiento. La manera en que vivimos y percibimos la vida no es la forma más apropiada de hacerlo, pues actuamos, como si estuviéramos cocinando con los ojos vendados. Hacer ésto, sería muy arriesgado, y las probabilidades de que la comida salga mal, hacernos daño, romper algo o incluso incendiar nuestra propia casa, serían altas. Vamos ciegos por la vida, atendiendo el amor, el desamor, la pérdida de nuestros seres queridos… sin tener la menor idea de lo que verdaderamente significan estas palabras. Por ello, hoy y con mucho respeto, me gustaría compartir con ustedes mi forma de entender la vida, y estoy segura que la de otros muchos más. Para ello, debes liberarte del pasado, y no aferrarte a la idea de que sin tu brújula no podrás avanzar. Créeme, se puede. Existen otras maneras, olvídate de la brújula, esa herramienta es de otro siglo, ahora hay otros instrumentos más actuales, que te ayudaran a encontrar el norte, el sur, el este y el oeste. De hecho, ya te la he dicho. ¿Aún no sabes a lo que me refiero? Te voy ayudar. Primera pista, es un instrumento que sirve para buscar destinos. Segunda pista, puedes encontrar esta herramienta en tu móvil o coche. Tercera y última pista, en el primer párrafo de este texto, están escritas tres iniciales en mayúsculas. ¡Anda, vete a buscarlas, yo te espero aquí! ¡Ya! ¡Bien hecho! ¿Quién necesita de la brújula, tiendo un GPS? Seguro que estarás preguntándote, porque te hablo del GPS, y que relación tiene éste con lo que estábamos hablando antes. Pues muy sencillo, hace algún tiempo descubrí que el corazón es el mejor GPS para buscar nuestro verdadero camino, lo que sucede es que le hombre de hoy, entiende mejor el GPS de su móvil, que el GPS de su propio corazón. Lo ideal sería que entendiésemos el funcionamiento del corazón y aprendiéramos a seguir sus instrucciones de la misma forma que lo hacemos cuando vamos buscando una calle mientras conducimos, ¡Otro gallo nos cantaría! Activar el GPS requiere de un esfuerzo que procede de nuestro interior, y que sin voluntad nunca lograremos encender. Hacerlo es fácil, pero tomar la decisión para hacerlo es lo que realmente cuesta. Yo soy, como tú. Yo soy, como ellos, Yo soy, como ustedes. Todos somos ese Yo soy. Y todos podemos lograr cambiar las cosas que no nos gustan de nuestra vida. Es cierto, que hay cosas que no se pueden cambiar, pero sí que podemos aprender a vivir con ellas, aceptarlas con el fin de que nuestros gestos, pensamientos o sentimientos no nos juegan una mala pasada. Todos sabemos lo que es el sufrimiento, nadie se libra de eso, ni siquiera los ricos. Desde el mismo momento en que nacemos, firmamos un contrato con la vida, y mis queridos lectores en ese contrato hay cláusulas que todos debemos cumplir. La vida no es sencilla, pero al mismo tiempo, sí que lo es. Reconozco que suena raro, pero les pondré varios ejemplos. Tras terminar el instituto, tuve que tomar una decisión que era importante para mi futuro. ¿¡Qué voy a estudiar!? me solía auto preguntar. Por aquel entonces, aquella idea, no era la única que me atormentaba, pues mi padre, justo aquel año, había fallecido. Por sí no fuera poco, indecisa por mi futuro académico, el destino se pone imperativo, y no se le ocurrió otro cosa que tomar la decisión por mí, la carrera que iba a estudiar. Solía levantarme por las mañanas envuelta en sentimientos de todos los colores y sabores. ¡Ser Maestra de Inglés! ¡Yo!  Aquel sentimiento era normal, pues mi nivel inglés era nivel de instituto, sobran palabras. Al llegar al aula de inglés de la facultad, la cosa empeoró. De repente, me encontré un panorama difícil de digerir, pues mientras los profesores hablaban en inglés, of course! Yo me preguntaba ¿Qué idioma del carajo están hablando? Al finalizar la clase, me dije muy convencida, me largo de aquí, yo me cambio de carrera. Pero, no sé como explicarles, de inmediato el GPS del que les hablaba antes, se activó. Mi corazón me decía que no me fuera, y por primera vez le hice caso. Durante los años de carrera, pasé malos momentos, tuve que esforzarme para estar a la altura del nivel del inglés que allí se exigía, pero saben una cosa, lo logré. Terminé mi carrera, y me orlé con mis compañeros de clase, pero no sólo eso, también tuve la oportunidad de viajar y vivir en países de habla inglesa. ¡Se dan cuenta! Y para aquellos que piensan que esta es una bonita historia inventada, pueden preguntar a mis profesoras de facultad; Maca y Patricia, a las que les doy las gracias por sus continuos; “No está bien, Johanna». “Repítelo, Johanna”. “Nos vemos en la próxima convocatoria”. “Tú puedes, Johanna». “Estudia, Johanna” “Revisa esa composición, Johanna”…. Gracias, Gracias y Gracias a ellas dos y al resto de profesores por los “NO” que me dieron, porque sin ellos, yo no sería quien soy. Además, quiero añadir que lo verdaderamente bonito de la vida, es que los esfuerzos que hacemos no sólo son positivos para nosotros, sino también para ayudar a otros muchos, ya que durante muchos años, he tenido el placer de ayudar a muchos niños no sólo aprender inglés, sino que además, trabajaba para que también les gustara. Con todos ellos, empleé una técnica infalible en el ámbito de la educación, El amor. En uno de los viajes que realicé para perfeccionar el inglés, encontré también aprendizaje para otras cosas, como fue el de comprender y aceptar la muerte de un ser querido. Este aprendizaje advierto que sólo se logra en la facultad de la vida. En ella, aprendí que no se nos enseña a comprender la muerte, y por ello vivimos la vida asustados. Lo mismo que me sucedía en las clases de inglés. Tengan en cuenta que el ser humano cuando desconoce algo, siente miedo, y la única manera de combatir el miedo es con el conocimiento. Aprendí de la muerte, que el enfoque que le damos es tremendamente erróneo. Nacer es morir y morir es nacer, tan sencillo como eso. Todo lo que nace en el planeta tierra debe marcharse algún día, nada queda eterno en la tierra, ni siquiera las piedras. Todos tenemos una evolución diferente, pero lo cierto es que nada, ni nadie se queda eternamente en el mismo sitio. Otras de las cosas que aprendí, es que cuando el cuerpo se separa del alma, retorna a su hogar, y la forma en que lo aprendí fue observando la naturaleza y leyendo mucha filosofía. Todo está en movimiento, hasta las cosas que ves quietas se están moviendo. Es normal, sufrir cuando perdemos a alguien, es uno de los sabores que debemos experimentar en la dieta de la vida, pero sufrimos por el hecho de perder a alguien porque estamos pensando sólo en nosotros mismos. Y no, en quien se ha ido. La persona que fallece realmente se libera de una enfermedad, de algún dolor, de algo que no le permitía vivir la vida como se debe vivir, sin embargo no nos alegramos de ver que esa persona se ha liberado. Trasmitimos unas creencias a nuestros hijos sobre la muerte que quizás deberíamos ir cambiando, porque no hay peor muerte que la de morir con miedo. Yo suelo pensar, que cuando fallecemos dejamos de respirar en esta vida, para ir a respirar a otra y así hasta la eternidad, una eternidad que aún el hombre no alcanza a comprender, pues todavía queda tanto por entender de la vida. Hay seres que viven horas, días, años, y otros incluso más de lo que podríamos imaginar. la vida es un continuo misterio, fíjense que no somos capaces todavía de comprender, lo que es amor de verdad, algo que experimentamos aquí en la tierra. Sufrimos por amor, porque alguien nos dejo, o porque alguien te ha dejado de querer. porque alguien no quiere estar contigo. ¡No tiene sentido! sufrir y amor son dos palabras que no van de la mano, ha sido el hombre el que las ha puesto juntas. Todos hemos sufrido de amor, pero con los años descubres que el verdadero amor empieza por ti mismo. Hacemos con el amor lo mismo que con la muerte, practicamos egoísmo. Nos preocupamos por cuanto nos quieren los demás, pero ¿Qué pasa contigo? ¿Cuanto quieres tú a los demás? Al practicar el amor, descubres que dando es como se recibe. ¡Mi novio o novia pasa de mi! ¡Mi marido o mujer ya no me quiere! ¡Los hijos son unos malagradecidos con los padres! Estoy harta de escuchar esas frases tan horribles de bocas de muchas personas, que sí nos fijamos bien, no son nada amorosas, y sólo buscan que las amen y siempre andan reprochando el amor de los otros. Por favor, dejemos de ser egoístas, dejemos al que desencarna descansar en paz, y hagamos más por amar que por ser amados. Como verán, la vida es una gran escuela en la que tenemos tanto que aprender que una vida no sería suficiente para aprenderlo todo. Lo importante es comenzar, y para ello siempre se necesitará de una primera piedra para iniciar este gran proyecto; Tu vida, con la que todo se inicia. En la tradición cristiana, el simbolismo de la “piedra angular” se basa en que la piedra no escoge su lugar sino es colocada por el arquitecto de acuerdo a la ubicación prevista en sus planes. Para concluir, les dejo con esta reflexión ;“Dios nunca crea dos piedras iguales. Las piedras cumplen, asimismo, diversas funciones de acuerdo a sus distintas formas. Si así no fuera, el edificio no sería «funcional», sino una construcción monótona, amorfa e inútil. «Si todo el cuerpo fuese ojo ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído ¿dónde estaría el olfato?» pregunta Pablo en primera a Corintios (12.17).

La piedra de nuestros hermanos mayores

unknown      Mirar al cielo es una de las cosas que más me fascina hacer. Cada vez que lo hago, se despierta en mi sentimientos que serían imposibles de describir con palabras. El gesto de alzar la cabeza y mirar hacia el cielo siempre me ha hecho sentir viva, aunque desconozco el motivo por el que me sucede ésto. Cualquier momento del día es perfecto, para dirigir la mirada hacia esa gran cúpula llena de magia y misterio.Poder mirar el cielo y apreciar su belleza sin importar el momento del día y con toda libertad, es algo que el hombre de hoy no valora. Y lamentablemente, no presta atención al paisaje tan hermoso que tenemos sobre nuestras cabezas. Quizás, muchos desconocen que en siglos pasados, hacer ésto era un delito. A los esclavos de aquel entonces, no se les ataba sólo de manos y pies, también se les ataba del cuello, donde se les ponía un gran anillo de hierro, unido a una gran cadena del mismo material. Este gesto tan inhumano era una norma impuesta por los que estaban en aquel entonces en el poder. Y es que, para los gobernantes de aquella época, era sumamente importante, que las personas que estaban bajo su dominio, no miraran nunca al cielo, pues de hacerlo, se despertarían en todos aquellos hombres y mujeres sin libertad, la curiosidad. Seguro, que les parecerá asombroso pero muchos de estos esclavos murieron sin la posibilidad de poder mirar al cielo, pues tras sus duras jornadas laborales, eran llevados inmediatamente a sus celdas. La curiosidad es el alimento básico para el alma, como lo es el calcio para los huesos. Sin embargo, la sociedad se empeña en inculcarnos desde que somos pequeños, que ser curioso es sinónimo de mala educación o incluso, de que nuestras vidas corren peligro en caso de serlo. Y para ello, se basan en refranes tan populares como, la curiosidad mató al gato.No es difícil adivinar, el porque en el pasado te podía costar la vida el simple hecho de intentar mirar el cielo, pues a los gobernantes de por aquel entonces les interesaba tener bajo sumisión y control al pueblo. Los privilegiados de entonces sabían que existía la posibilidad de que el despertar de un sólo hombre, podría poner en riesgo su cómoda y lujosa vida y por ello, sus medidas de control eran tan duras. Por esta razón, es indiscutible pensar, que mirar al cielo puede provocar en nosotros un cambio de consciencia. Mirar al cielo durante el día no sólo aporta beneficios a la salud, pues los rayos solares son un aporte de nutrientes no sólo en los reinos minerales, vegetales y animales sino también en nuestro reino; el humano. Sino que además, hacer ésto despierta en nosotros una admiración hacia el Sol y por consecuencia, provoca en nuestro ser interno muchos interrogantes que el hombre de hoy, no ha sido capaz de contestar. La luz de la noche también encierra un magnetismo particular. Las estrellas, sin duda alguna, son la atracción favorita para mucho de nosotros quienes caemos rendidos antes su belleza. Mirar al cielo de noche, y apreciar la belleza de las estrellas ,es de las cosas que más me gusta hacer junto con mi familia sobre todo en las noches de verano, y curiosamente hacer ésto, es gratis. Lo digo, porque parece que las personas ya no saben divertirse, sino tienen la cartera llena, ¡Qué lástima! Nadie puede discutir, que en el firmamento hay muchas señales que de saber leerlas e interpretarlas podrían ayudarnos a entender más aún los grandes misterios del hombre. Pero las cosas no son siempre como queremos, pues el hombre de hoy, a pesar de no estar atado a las cadenas del pasado, sí que está atado a unas peores, como pueden ser las cadenas del miedo, las cadenas del egoísmo, y otras muchas cadenas que hacen que el hombre y mujer actual se mantengan siempre con la cabeza ocupada en asuntos mucho mas pesados que los grilletes de los hombres esclavizados del pasado. Es triste, muy triste creer que somos libres cuando verdaderamente no lo somos. Yo estoy segura de que la verdad, nuestra verdad, no la que nos han hecho creer, no está escrita en los libros de texto que nos obligan a estudiar, sino que toda ella se encuentra en la propia naturaleza, y que con un poco de observación, lograríamos entender. Desde el mes de Julio, mes en el que mucho de ustedes ya saben que publiqué mi primera novela corta de imaginación; “las piedras también sueñan”, intento compartir con ustedes temas, para mi gusto ,de gran interés y relacionado con las piedras con un objetivo, despertar en todos ustedes la curiosidad. No es nada novedoso, que les cuente que me vuelven locas las piedras y sus misterios, ya eso lo sabían y la razón es que tengo la creencia, de que en las piedras se encierran grandes verdades, al igual que en el cielo las estrellas, y que el ser humano cada día se aproxima un poco más a estas máximas. Las piedras siempre han estado presentes en nuestra evolución, ella nos han visto crecer y madurar. Al principio, el hombre menos civilizado que el actual, utilizaba las piedras para cosas más primitivas como por ejemplo cazar, pero con el paso del tiempo, éstas han sido testigo de nuestros cambios, además de nuestro comportamiento con la propia naturaleza, aunque todavía estamos en un proceso de mejorar la versión actual del hombre, en algo más sutil, compasivo y amoroso, y que estoy segura lograremos. Como cada viernes, les traigo información sobre piedras poco comunes y que han sido objeto de estudio por expertos. Y como es normal, en el de blog de hoy no iba a ser diferente. Las piedras de hoy, son muy especiales y seguro que para mi dulce y bella vecina Elietet también lo serán pues, éstas proceden de Brasil, su país natal. La piedra de Ingá, localizada al noroeste de Brazil, cerca del río Ingá, de ahí su nombre, y próximo a la ciudad de Paraibano, es uno de los hallazgos más bellos y enigmáticos de la humanidad, debido a los grabados que se pueden apreciar en ella, y que nadie aún ha sido capaz de descifrar. El origen de estos enigmáticos grabados es lo que mantiene a la comunidad de expertos en arqueología, entre otros investigadores en una incertidumbre que incomoda, pues ninguno de ellos, y sin ánimos de ofender, han sido capaz de aportar ninguna conclusión o prueba que le den un final feliz, a las explicaciones de estos grabados tan peculiares que hay en estas piedras de Brasil. Como todos sospecharan, hay versiones para todos los gustos que tratan de arrojar luz a este increíble hallazgo. Hoy, les presento un pequeño resumen de toda la información que hay sobre ellas. En primer lugar, me gustaría decirles que las fecha que datan la antigüedad de los grabados es inquietante, pues se sospecha que es anterior a la época de Sumeria, y que la tecnología empleada para hacer los grabados en la misma piedra, también desvelan que se trataba de una civilización avanzada y con grandes conocimientos a nivel tecnológico. En las piedras, fueron tallados mensajes en distintas lenguas, que son tan antiguas que los expertos tampoco son capaces de traducir en su totalidad. Según leí, sólo un dos por ciento de la totalidad del mensaje ha sido traducido, aunque no se ha confirmado que dicha traducción se haya dado como válida debido a la dificultada de los símbolos. En pocas palabras, nos encontramos con una piedra cuyo mensaje procede de una civilización, mucho más avanzada que la nuestra. Y por ello, no es de extrañar que algunos expertos hayan señalado la posibilidad de que estas piedras hubiesen sido talladas por extraterrestres. El mensaje que hay en ellas, ya les he dicho que es difícil de entender pero, no por ello imposible. Muchos expertos que trabajan desde hace años, afirman que lo que está escrito en ellas, es un aviso para todos nosotros . Una advertencia para el hombre de hoy, que en su afán del poder y del materialismo, ha olvidado que mirar las estrellas es la mayor riqueza que un hombre pueda tener, pues quizás nuestro verdadero hogar esté más cerca de las estrellas, de lo que jamás hayamos podido imaginar. Probablemente, muchos piensen que esta idea sea algo alocada. Y lo entiendo, pero hoy me gustaría compartir con ustedes algo que siempre he pensado, que podría ser posible aunque advierto, mis pruebas no son ni científicas ni empíricas, sólo son ideas de una loca enamorada que siempre busca un ratito para mirar al cielo antes de irse a dormir.Lo que mi corazón me dice, es que esas piedras fueron talladas por seres, a los que yo suelo referirme como hermanos mayores, pues me resulta mas tierno llamarlos así, en vez de extraterrestres. Para empezar, les diré que nunca he creído en la idea de que estos seres tengas propósitos oscuros hacia nosotros, es más me parece una teoría descabellada pues, de ser seres más evolucionado que nosotros, no tendrían porque ser violentos, y de serlo podrían habernos atacado hace mucho tiempo atrás. También pienso, que estos hermanos están deseosos de vernos evolucionar en todos los sentidos y que a veces nos tienden una mano de manera muy sutil. Y para ello, utilizan la naturaleza como un medio de comunicación y así mandarnos los mensajes que ellos consideren oportunos de acuerdo a nuestro despertar. La causa por la que pienso que ellos no se acercan lo suficiente como para que nosotros podamos, de una vez por todas ,confirmar su existencia, se las puedo explicar con dos sencillos argumentos. El primero de ellos, es que estos seres no pueden influir directamente en nosotros pues nuestro aprendizaje debe ser algo que aprendamos de manera consciente y por nosotros mismos, lo que en la Biblia se le conoce por el libre albedrío . Y la segunda razón, es que en el pasado el hombre cometió atrocidades, como por ejemplo matar a Jesús en una época, en la que la historia cuenta que vino para ayudar al hombre. ¿Creen ustedes que tras semejante experiencia nuestros hermanos mayores intentarían venir y ponerse en contacto con nosotros de una manera tan directa? ¡No los hago tan inocentes!Por ello, concluyo diciéndoles que cada una de las piedras que encontramos en los distintos rincones que hay en el mundo, como por ejemplo las de hoy, las piedras Ingá en Brasil, y que guardan un mensaje encriptado y de gran misterio es, sin duda, un recado para todos nosotros, por parte de aquellos que nos esperan, mientras nos observan desde las estrellas con el anhelo de que el hombre, es decir; tú, yo, nosotros, ustedes, ellos; ¡Todos! un día logremos entender cada uno de los mensajes que hay ocultos en el planeta tierra, logremos por fin, el despertar de la humanidad. Una humanidad que se empeña en creer que esta existencia es la única que hay ¿Les parece alocada mi idea?