¿Les apetece piedras como primer plato?

patatas-kaolin       Ciertos países del mundo tienen una cultura gastronómica, cuyas raíces ancestrales siguen presenten a la hora de elaborarse en los fogones de las cocinas, y como resultado no sólo tendríamos platos exquisitos, con los que chuparnos los dedos, sino que además, estaríamos llevándonos a la boca alimentos que nos mantendrían fuertes y sanos. Por otro lado, rincones del mundo como podría ser E.E.U.U no cuentan con la misma popularidad, ¡ya sé que señalar es de mala educación!, pero todos conocemos la reputación del arte culinario de América del norte, una nación donde el cine, la moda, la música… tienen el sartén agarrado por el mango, un sartén que sólo conoce de comida basura. Por esta razón, el gobierno americano ha tenido que tomar serias medidas en cuanto a concienciar y educar a sus ciudadanos, de la importancia de tener buenos hábitos alimenticios. La dieta mediterránea es quizás, la más conocida a nivel mundial. La fama de esta dieta no sólo la señalan como beneficiosa para nuestra salud sino que además es apetitosa, divertida y rica en sabor. Pero, ¿Será cierto todo lo que se dice de la dieta mediterránea? Entre Pakistán e India, existe un pueblo conocido como “el oasis de la juventud” ubicado en el valle del río Hunza. Esta gente con una taza de mortalidad baja, pues viven hasta los 110 y 120 años, no conocen ni la vejez, ni las enfermedades. Se cree que esta calidad de vida se debe a varios factores. El primero de ellos es que estos habitantes se bañan en aguas de bajas temperaturas y que practican deporte a diario. Segundo, su dieta, totalmente distinta a la nuestra y basada en proteínas, sería la causa primera que se le atribuye a la longevidad de las personas de este oasis, con el extra, tal y como señala el doctor Robert McCarrison, de que este pueblo también es vegetariano. Mi pregunta es ¿Sí nuestra dieta es tan sana como dicen, por qué nuestra salud no es igual a la de los pobladores de Hunza? Los que me conocen, saben que me encanta estar bien informada en cuanta a la alimentación y por tanto, son muchos años leyendo sobre el asunto. Así pues, me siento capacitada para al menos dar mi punto de vista. En primer lugar, no creo en ninguna dieta, más sencillo y directo no lo puedo decir. Con ésto, no estoy diciendo que no existan buenas dietas, pero por muy buena que sea ésta, si los alimentos que consumimos nacen de tierras contaminadas, no es descabellado pensar que lo que nos echamos a la boca no debe ser bueno. En otras palabras, si me dan un pescado fresco con mercurio cocinado con la mejor aceite de oliva, cuyos campos han sido rociados por aviones, no identificados, con un humo blanco que contiene químicos que producen cáncer, pues ustedes me van a perdonar, pero hace tiempo que deje de chuparme el dedo ¿Y ustedes?. ¡Más clara no puedo ser! Ese pescado que se lo coman las madres o los hijos de los responsables de que nuestras aguas contengan mercurio y de que cada día aviones que dan más miedo que un ovni, estén sobre volando nuestros campos vertiendo químicos. Como en otros muchos blogs, me voy a detener para tomar un té, respirar y en un ratito continuo, porque este tema me quita las ganas de comer, por decirlo finamente. (pasada media hora…) Tras el pequeño enojo de antes, y ahora algo más tranquila continuaré con este tema que seguro a muchos les apasiona tanto como a mí. Me da mucha tristeza ver los carros de la compra en los supermercados, esos carruajes de hierro con alocadas ruedas que saben muy bien a que estanterías llevarnos, carros llenos de productos, que para mi forma de entender la alimentación, son latas, cajas, bolsas, paquetes con veneno. (informo que en este preciso momento, estoy escuchando uno de esos aviones del que antes les mencionaba, ufff no sé si tengo suficiente rosa silvestre para hoy) *La rosa silvestre es un arbusto espinoso con pequeños frutos rojizos que se utilizan para infusiones. Ésta deliciosa infusión medicinal tiene el poder de relajar los nervios. Disculpen mis ideas y venidas, sentarme a escribir el blog de cada viernes para ustedes, es como reunirme con amigos. Lo que antes les estaba diciendo sobre los supermercados, estoy más que segura que muchos de ustedes también tendrán ese mismo sentimiento, ¡o eso espero! En ocasiones, me detengo y miro los grandes almacenes de comida y me quedo pensando como es posible que el mundo este tan mal repartido. En algunas zonas, las personas tiran toneladas de comida a diario y en otras, no tienen nada para echarse a la boca, ¿Ironía o Tiranía? La verdad es que no sé que responder a dicha pregunta. Ya casi estoy llegando al final del blog, y seguro que muchos se preguntaran ¿Hoy no habla de piedras la Johanna? Pues claro que sí, pero las sorpresas siempre se dejan para el final. En este mes de diciembre me tropecé con dos artículos muy curiosos que hablan de piedras y que tienen relación con la alimentación. El primer artículo me sorprendió, porque en él se hablaba de una adicción de la que jamás había escuchado hablar; “comer piedras” a esto se le conoce como la Alotrofagia, es decir, personas que consumen de manera incontrolable cosas de sustancias sin valor nutricional, en el caso de las personas que comen piedras se le conoce como la Litofagia. Según leí en este singular artículo, El origen del síndrome de pica ha sido motivo de controversia desde hace tiempo, tanto así que las hipótesis existentes provienen de distintos campos del saber humano, como Psicología, Nutrición y Antropología. Una de las causas de alotrofagia más aceptada es la hipótesis nutricional, la cual sostiene que es provocada por anemia, padecimiento caracterizado por dolor de cabeza leve, palidez, irritabilidad, baja concentración mental e incapacidad para hacer esfuerzo físico debido a que el organismo no cuenta con suficiente hierro, zinc y vitaminas del complejo B, necesarios para producir la proteína que ayuda a que el oxígeno sea transportado por la sangre. Desde mediados del siglo XX se comprobó que varios pacientes con déficit de minerales ingieren tierra, yeso o piedras, tal vez porque de manera inconsciente buscan obtener de ellos los nutrientes que les hacen falta.Obviamente, hacer ésto, supone un peligro para la salud. En uno de los párrafos de este escrito, se afirmaba que los médicos administraban multivitamínicos y suplementos alimenticios en los pacientes con este problema para erradicar la pica. ¡Tranquilos! no pienso terminar el blog de hoy dejándoles con este mal sabor de boca. Como les decía antes, tengo otro artículo que también aborda el tema de comer piedras, pero en este caso piedras con mas glamour que se presentan en platos de restaurantes galardonados con diferentes premios y reconocimientos ¿Quieren saber más sobre estas piedras? Pues nos vamos para el norte de España, a la costa del golfo de Vizcaya y en la proximidad de la frontera con Francia, ¿Saben de que lugar les hablo? San Sebastian. En esta ciudad española, un importante chef, Andoni Luis Aduriz y del que creo, que ha aparecido en el programa televisivo master chef ha creado una comida muy atrevida donde las piedras son las protagonista de un plato bautizado como las patatas Kaolin. El propio chef ha declarado que este plato ha provocado en el comensal cierto temor a la hora de morder, pero estoy segura que nadie se negaría a comerlas en dos bocados ,pues Andoni es un cocinero que sabe muy bien del arte del buen comer.

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